8 minutos de lectura. Los antiguos estoicos ya conocían las grandes virtudes y beneficios de la gratitud.
“Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido que vale la pena arriesgarse a hacer un ingrato“. Séneca
Los antiguos estoicos consideraban la gratitud como una virtud esencial en la búsqueda de la felicidad. Marco Aurelio, Séneca y Epicteto dieron sus mejores aportes para enseñar a las personas la necesidad de desarrollar la gratitud.
La gratitud es un sentimiento profundo de gozo y júbilo interior por lo que la vida y las personas le dan. Es considerarse muy afortunado por su existencia, aunque no necesariamente tenga grandes fortunas.
Las personas que sienten gratitud no solo dan las gracias, sino que son dadas a ser muy generosas pues valoran lo que reciben y quieren retribuirlo.
Para algunos, es difícil entender esta actitud de la persona grata, porque se cree que las cosas materiales son indispensables para alcanzar la felicidad. Muchos creen que ellos merecen recibir todo y cuando no lo logran se llenan de resentimiento.
Hay quienes piensan que las personas agradecidas son conformistas y que no les interesa progresar en la vida. Que se estancan en sus logros. Pero esto no es cierto. Se trata de valorar lo que se tiene.
Al respecto Epicteto decía: ‘Aprecia lo que tienes ahora y céntrate en el momento presente. Quizás, algún día, seas merecedor de acudir al banquete de los dioses”.
Así es, agradecer nos hace merecedores de recibir aún más.
A veces por naturaleza, los seres humanos tendemos a enfocarnos en lo negativo, pensar lo peor de todo el mundo, criticar lo que nos dan, en lugar de agradecer. Casi nada nos satisface. No importa lo generosa que haya sido la vida, siempre hay motivos de queja: esa comida está mal preparada, esa ropa es ordinaria, mi móvil no es tan bueno, la atención es pésima, etc.
Buscamos la felicidad en las sensaciones, en la novedad y en huir de la rutina. Cuando adquirimos cosas, queremos tener más, y comenzamos a sufrir de solo pensar que las vamos a perder. Hay una insatisfacción interior que se vuelve inmanejable.
Cómo ejercitar la gratitud
-Para empezar, lo más importante es cambiar la perspectiva que se tiene de la vida y reinterpretarla desde un punto de vista positivo. Darle a cada cosa su justo valor.
En relación a esto, Marco Aurelio afirmaba: “Lo que nos sucede no es tan importante como la interpretación de lo que sucede”.
Poner nuestro foco de atención en la abundancia propia y aprender a agradecer por ella. Dejar de pensar que somos el centro del universo y que la vida tiene la obligación de darnos todo porque sí, sin ningún mérito. Todo lo que se recibe, sea grande o pequeño, es un obsequio de la vida.
– Se puede trabajar el optimismo cada día centrándonos, meditando en el momento presente, observando lo que realmente necesitamos. De pronto descubrimos que no requerimos nada, que ya lo tenemos todo, que solo hay que agradecer.
– También podemos formar el hábito de que tan pronto nos despertemos en la mañana, demos las gracias por estar vivos. Epicteto, en su manual de vida recomienda: ‘La mejor forma de empezar el día es tomarnos unos minutos para agradecer los mejores aspectos de nuestra vida’. Así nos disponemos en forma positiva a enfrentar los retos cotidianos.
– Así mismo, hay que agradecer las cosas que tenemos, sin compararnos con los demás. Porque al contrario de impulsarnos a actuar, nos puede producir resentimiento y pesimismo. Es muy necio compararnos con otros, pues cada cual tiene su propio camino.
Aquí Marco Aurelio nos aconseja: “No sueñes con las cosas que no tienes, más bien reconoce las bendiciones de las cosas que sí posees. Luego, recuerda agradecido cómo estarías de ansioso si tus posesiones no fueran tuyas”.
No dar por sentado la familia que nos ama, el trabajo que realizamos, o las cosas que poseemos, nos permite valorarlas más y bendecir el privilegio de disfrutarlas este día.
– Llevar un diario de gratitud. Una tarea sencilla pero muy efectiva es escribir cada noche algunos motivos para agradecer lo ocurrido en el día y luego a descansar.
– Agradecernos a nosotros mismos cada día las cosas que tenemos o que hayamos hecho para encontrar la felicidad. Cosas sencillas como nuestro carácter, la forma de expresarnos, el haber escuchado o sonreído a los demás.
Beneficios de la gratitud
– La gratitud ayuda a la persona a desarrollar la empatía.
– Cuando una persona es agradecida, mejora sus relaciones con las demás personas porque ya no hay competencia y la generosidad emerge.
– La gratitud hace que las personas tengan un mayor nivel de bienestar subjetivo. Se vuelven más felices, y más satisfechas con su vida.
– Las personas agradecidas tienen menos tendencias a buscar culpables de las cosas que ocurren, por lo cual afrontan los problemas con madurez, utilizando estrategias positivas. Esto es que no evaden los problemas hundiéndose en drogas o alcohol.
– Con gratitud, las personas tienen mayor control sobre sus circunstancias, sobre su propósito de vida y autoestima.
– Con gratitud, las personas aprenden a lidiar de forma positiva con los problemas diarios, están más dispuestas a tener la humildad para pedir ayuda.
– Cuando una persona aprende a ser agradecida, el insomnio desaparece porque su nivel de confianza en la vida y en si misma aumenta y los pensamientos negativos ya no están.
– La gratitud también enseña a las personas a ser generosas y altruistas. Son propensas a dar más a cambio de nada, ayudan a las personas para retribuir las bondades recibidas.
– La salud mental se ve beneficiada, porque al tener mayor confianza en la vida y en sí misma, los niveles de depresión y estrés bajan. Viven una sensación de contento.
– La gratitud ayuda a las personas a enfrentar o aceptar mejor los cambios inevitables que trae la vida, debido a que toman un enfoque positivo.
– En cuanto a la salud física, la gratitud al producir mayor felicidad y optimismo, ayuda a que las complicaciones que produce el estrés y la depresión desaparezcan. La presión arterial alta, problemas metabólicos, de digestión, sueño, etc,. mejoran notablemente.
La psicología también está estudiando los efectos positivos de la gratitud para aplicar estos ejercicios en sus terapias.
Es muy bueno rescatar las enseñanzas de los antiguos sabios estoicos que sin tantos experimentos científicos, concluyeron que, al asumir interiormente una actitud positiva, mejoraban su salud y modificaban positivamente su entorno, como es el caso de la gratitud para la vida.
Articulo escrito por Beatriz Rodríguez C para VCSradio.net
Foto de portada: Envato
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